viernes, 11 de noviembre de 2011

... Nuestro paso por Laos!

Nos quedamos por la llegada a Luang Prabang... Llegamos en el slow boat después de 8 horas interminables, tirados en la parte trasera del barco, junto a la cocina, jugando a las cartas a ratos con los franceses Candice, Josef y Alex y otros ratos durmiendo o asomados a la ventana mirando el paisaje.

Nada más llegar a Luang Prabang, quedamos encantados, eran las 17:20 y se estaba poniendo el sol, bajamos todos del barco, esperamos nuestros equipajes (que estaban en la bodega del barco) y seguimos la marcha los cinco para buscar algún albergue. La zona donde nos dejó el barco estaba repleta de albergues así que solo quedaba encontrar el barato con buenos servicios y limpio (siempre hay alguno que adapta a estas características). Josef comandaba el grupo, iba el primero preguntando en todos los sitios que veía (según Candice, cuando tiene hambre va corriendo para todo) y el resto iban preguntando en los que estaban de camino (nos habíamos propuesto pagar 40.000 keeps, 4€, por noche de hotel) al final de la primera calle y tras andar un rato, no encontramos nada, excepto unos chicos laosianos que nos ofrecían un albergue por 50.000, así que tras una breve negociación, conseguimos el precio que queríamos, así que pusimos rumbo a Chitlada Guest House, que según nos decía el chico estaba a 5 min andando... (y 10 también!) Al llegar vimos las habitaciones, no eran nada del otro mundo pero estaban bien, asi que una ducha rápida y nos íbamos a cenar que se hacía tarde.

Quedamos todos juntos para cenar, pero antes íbamos a ir al mercado Hmong de Luang Prabang, que es una calle muy larga llena de puestecitos y con todo tipo de artículos para comprar, desde pantalones, camisas, fulares hasta cuadros sobre papiro, bebidas con serpientes y escorpiones dentro, etc...

El caso es que Josef y Candice se fueron a dar una vuelta por Luang Prabang nada más ducharse mientras que Alex y nosotros dos nos fuimos hacia el mercado, donde más tarde nos juntaríamos los cinco. Al vernos, Josef dijo que había visto un sitio para cenar que parecía barato y se comía mucho ("Big plate" como a él le gustaba pedir las raciones), así que allí fuimos! Estaba bastante bien, comimos una Barbacoa laosiana con bebida por 3€ cada uno y consistia en unas brasas en el centro de la mesa, con una cazuela que se ponía sobre las brasas, después ponías la carne en el centro y sobre los bordes un agua sobre la que echabas las verduras y noodles para hacerte la sopa. La cena resultó bastante buena y barata así que solo faltaba ir al mercado a por un pancake y preguntar precios de algunas cosillas para rematar al día siguiente.




A la mañana siguiente cada uno hacía marcha por su cuenta porque el día anterior, nos habíamos desperdigado en el mercado y no habíamos quedado de ninguna manera. Nosotros aprovechamos para ver algún templo y ver un poco la ciudad, la verdad es que nos gustó mucho y resulta muy fácil recorrerla porque es pequeña, luego por la tarde llegó la hora de darse un masaje, por fin! Así que es a lo que nos dedicamos, acabamos de comer y fuimos directos a darnos el masaje ya que a las 18:30 habíamos quedado con los demás a través de notitas en las puertas de nuestras habitaciones.



El masaje lo hicimos en un sitio que aparentaba un poco de clase y por ello era algo más caro de lo habitual (6€ por barba) pero nos gustó mucho, Natalia hizo una amiga algo ciclada que a lo mejor le hizo polvo algunas zonas del cuerpo... Pero nos gustó mucho y nos reímos un rato mientras le tiraban a Natalia todo el bol de aceite encima por accidente o con la manera peculiar de crujir los dedos que tienen...

Fuimos al hotel a ver que haciamos todos y de allí nos dirijimos hacia el mercado Hmong otra vez, Alex se iba a cenar con una pareja de francesas que había conocido el día anterior y a jugar a la petanca (por eso lo habíamos perdido), Candice y Josef se venían de compras ya que era su última noche en Luang Prabang, mientras que a Alex y a nosotros nos quedaba una noche más. Una vez empezamos las compramos nos volvimos a desperdigar como el día anterior y nos íbamos reencontrando los cuatro, compramos algunos cuadros y demás que ya tendréis tiempo de ver cuando lleguemos. Antes de cenar Candice y Josef se iban a una tienda porque estaban cargando para Navidad (ellos después de aquí, aún van a Australia... Que morro!) y se supone que debíamos vernos al rato (por la calle del mercado), pero... Eso nunca pasó! Así que hicimos marcha y acabamos en una calle pequeña y estrecha que está al final de mercado en la que tienes buffet (a su manera) que consiste en que te dan un plato y por 10.000 keeps (1€) tu metes todo lo que seas capaz, desde arroz, verduras, pasta, hasta banana frita, mango, sandia y eso sí solo 1 rollito de primavera! Jajaja se los estiman mucho. Eso sí, todo esto en la calle y con mil puestos que te ofrecen ese plato que has de rellenar.

Al acabar nos fuimos al hotel y allí nos encontramos nada más llegar con Candice y Josef, así que nos despedimos de ellos con la esperanza de reencontrarnos el día 15 en Sapa.

Con Alex habíamos quedado al día siguiente a las 9:00 para ir a ver algunas cosas, pero es que... Cómo lo explicamos? Que teníamos sueño! Así que a las 8:30 conforme nos levantamos al sonar el despertador le pegamos una notita en nuestra puerta a Alex para que cuando la viese hiciese marcha... Y la hizo!
Nos levantamos sobre las 10:45 y nos fuimos a desayunar unos crepes que vendían al girar la esquina de nuestra guest house y nos lo había recomendado Candice el día anterior, estaban bueníííísimos! De hecho a la noche queríamos repetir y no fue posible, Natalia sigue con ganas de dos más pero no creemos que eso vaya a pasar nunca! Esa misma mañana alquilamos una bici mientras pedíamos los batidos y nos dirigimos hacia las afueras a ver un templo y poco más. A la hora de comer nos cruzamos con Alex y quedamos con él a las 18:30 para ir de nuevo al mercado, cenar y despedirnos. Paseamos un rato y nos fuimos a cenar donde el día anterior con la mujer majísima que tan bien nos había caido. Nada más acabar nos volvimos al hotel que al día siguiente nos tocaba madrugar para ir hacia Udomxai y Alex se iba a Vang Bien ( pero tiene mucho tiempo, ya que su viaje dura un año antes de volverse a Francia, donde llegará sobre febrero, ya ha estado 6 meses en Australia).



A la mañana siguiente vinieron a recogernos al hotel, ya que el minivan costaba 90.000 k mientras que el bus eran 65.000k + 10.000k de tuk-tuk así que nos parecía bien pagar algo más ya que nos ahorramos paradas a por gente y para dejar a gente y es más cómodo. (Lo de poner los precios de todo es por si algún interesado en venir al sureste asiático se cruza con nuestro blog, como nosotros buscamos blogs antes de venir,tenga alguna referencia).

Llegados a Udomxai vimos que era un pueblo perdido sin nada que ver ni hacer, así que excepto la paradita que hicimos a mitad de camino, hay poco que contar... La parada se debió a que Natalia tiene una extraña afición de marearse en los transportes que incluyen trayecto por carretera de montaña, así que como ya hizo en su día en Marruecos, tuvimos que hacer la paradita de rigor, para que le diese un poco el aire, pero fue muy rápido ya que pensábamos que quedaba más para llegar.



En Udomxai... Poco que hacer, así que después de estar buscando alojamiento para dormir y encontarlo, nos fuimos a comer y a dar una vuelta por el mini mercado chino hasta que nos encontramos con un sitio de masajes y allí que fuimos! Pero era un poco peculiar, porque era el centro de cruz roja que ofrecía masajes a 30.000k (3€). La verdad es que nos gustó mucho más que el de Luang Prabang, fue mucho más auténtico!! Sin aceite, sin ducha previa ni nada!! Y allí que llegamos nosotros pensando que sería parecido al del de Luang Prabang, con los pies negros de andar por las calles-senderos y ZASCA! Nos meten en un sitio llenito de laosianos, con sauna sólo para chicos (supuestasmente, porque si es así las laosianas sudan en exceso), corren una cortina y nos dejan allí en el suelo con una colchoneta para tumbarnos y aparecen dos chicas con un bote de pomada de esa de tigre que da calorcito y huele que hecha para atrás y se ponen manos a la obra. Esta vez la fuerte no le tocó a Natalia... Pero salimos bien, renovados y algo doloridos!

Regresamos al hotel para ducharnos y quitarnos la pomada esa de tigre, pero eso no fue posible ya que sin una esponja que rascar eso no sale de ahí en la vida, ya puedes frotar con la pastilla de jabón que no hay forma... Después de la ducha fuimos a ver los horarios de autobuses para salir hacia Dien Bien Phu (Vietnam) y el bus salía a las 8:00 pero los billetes solo podían comprarse el mismo día. Tuvimos suerte porque este bus sale sólo 4 días por semana y nos venía que ni pintado. Después de cenar, dormir y madrugar hemos bajado a por nuestro desayuno, ya que ayer hablamos con el chico de recepción y nos dijo que era posible, pero lo que ayer blanco hoy era negro y nada, que no hay tu tía! Que la cocina está cerrada hasta las 7:30 y eran las 7:00 por lo que hemos puesto rumbo a la estación y desayunado de camino.

Al llegar nos han dicho que el bus tardaba 8h y costaba 80.000k cada uno (aprendimos de una pareja de argentinos que día que se cruza la frontera, día que se pierde) así que hemos comprado los billetes y ale! En principio éramos 6 y salíamos a las 8:00 pero al final hemos salido a las 9:00 y no con rumbo a Dien Bien Phu, sino a recoger a un montón de laosianos con todos sus cacharros (altavoces, mogollón de bolsas, ropa, mantas, sacos de patatas y de lo que no son patatas, bicis de plástico para niños, cajas, persianas...) que los meten donde malamente pueden y se meten todos como borregos, así que hemos ido de esta manera durante 2h de las 8h que duraba el trayecto y nos hemos retrasado un buen rato. Era un minibus donde íbamos nosotros dos, una pareja de ingleses y 30 laosianos. Al final hemos hecho migas con los ingleses que acaban de empezar su viaje (3 semanas por el sureste asiático, 7 meses en Australia y después Canadá "forever", vamos, que no pretenden volver a casa desde Canadá tendremos que hacer un viaje a Canadá por su culpa, jajaja!).

Así que al llegar a la estación después de cruzar la frontera y la media hora de papeleo pertinente, hemos ido a una guesthouse de enfrente justo de la estación. La idea era coger dos habitaciones, pero son muy amplias y una de ellas tenía dos camas grandes, por lo que estamos compartiendo habitación con ellos para ahorrarnos un poquito de dinero. Hemos cenado juntos y ellos mañana se van hacia Hanoi a las 6:00, mientras que nuestro bus sale a las 13:30 hacia Moung Lai (creo que es así) y dura 3h. Allí queremos disfrutar un poco de la montaña y la gente del norte de vietnam, como no podía ser de otra forma, son encantadores.

Buenas noches! Esto ya se va acabando, pero queda una de las mejores partes!!

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